El negocio del juego

De: Osiel Castillo Barraza

Monterrey, N.L, México.- Más adictivo que las drogas y el alcohol, los juegos de azar han tomado por asalto la ciudad empresarial y comercial de Monterrey y son parte importante en el botín político de funcionarios públicos sin escrúpulos.

Sin embargo, el tema no es nuevo. Se dice que el General Bernardo Reyes, que gobernó Nuevo León a finales del siglo XIX y que fomentó la industrialización de Monterrey, impuso un impuesto especial a la entonces zona de prostitución y vicio de Las Tenerías.

Con ese impuesto habría financiado la construcción del Palacio de Gobierno, cuya planta baja es el actual Museo del Palacio de Gobierno donde por cierto no se cuenta esta historia. En los burdeles del barrio Tenerías el impuesto era riguroso si era casa de juego.

En la década pasada, cien años después de ese famoso impuesto no declarado, Monterrey y su área metropolitana entró en la fiebre de loterías clandestinas, que no lo eran tanto, porque se promocionaban con volantes.

Los jugadores, la mayoría amas de casa, jugaban a la lotería mexicana tradicional y al bingo por horas y horas. ¿Hambre? Ahí había snacks gratis para que siguieras jugando.

Con la entrada de los Casino Caliente y la consecuente lluvia de otros casinos ahora la tendencia es ir a un lugar público, con valet parking, grandes salones alfombrados tapizados con decenas o cientos de máquinas tragamonedas.

El juego es pues otra de nuestras adicciones y Monterrey es una plaza apetitosa para empresas como Apuestas Internacionales, propiedad de Televisa y de Emilio Azcárraga Jean que desde la pantalla chica nos bombardean con los telesorteos en donde la voz caribeña del ?Lláme ya? nos incita a llamar de nuestra casa con un costo de 20 pesos más IVA y así tener derecho a uno o cinco tickets que entran a una tómbola que se mueve al final de algún programa de alto raiting.

Eso sí, decentes que son, dicen que las llamadas no pueden rebasar la cuota de dos mil pesos. Considerados, pues.

Lo malo del asunto es que otro jugador empedernido y que ha ganado como el alcalde de Monterrey, Adalberto Madero, le diga a Televisa que está dispuesto a autorizar más casas de juego.

Y como él se la juega para la gubernatura y a nosotros nos juega el dedo en la boca haciéndole al Tío Lolo cuando le preguntan del tema lo más seguro es que Madero siga fomentando este tipo de negocios que hipnotizan a los regiomontanos.

Maderito se cree El Gallo de la lotería, aunque en realidad es El Diablo.

De la Caja Chica...

La noticia causa hilaridad: científicos de la NASA vendrán al estado de Veracruz a realizar experimentos que conduzcan a descubrir la factibilidad de sembrar árboles en Marte.

Mientras en Nuevo León los fraccionadores se llevan parte de los cerros y día a día avanza la mancha urbana. En Monterrey la siembra de árboles es un mito. Al contrario, todos los días vemos en zonas tradicionales como en la colonia Contry la tala de árboles.

Existe un reglamento en el municipio de Monterrey que data de principios del siglo pasado en donde se establece que los ciudadanos debemos de sembrar un árbol por año. Imagine el lector la ciudad que tendríamos si siguiéramos este reglamento.

Empecemos en la ciudad. Después, Marte.

Al Portador...

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Acerca del autor:
Periodista profesional especializado en economía y finanzas que analiza el dinero y su impacto en nuestras vidas en sus diversas actividades y modalidades. Una columna de la vida y el dinero. Puedes visitarme en www.regionegocios.com.mx

Fuente: Artículos Gratuitos Online de Articuloz.com